En sus previsiones presentadas hace diez días, el Banco de España valoraba las perspectivas de recuperación en función de la prolongación de las restricciones al movimiento y la reapertura de la economía. En la más optimista, las ocho semanas de confinamiento se habrían visto seguidas de una reactivación “casi completa” que habría contenido la caída del PIB anual a un 6,6% y alimentado la posibilidad de una recuperación en forma de V.
El plan por fases, sin embargo, nos coloca en el pronóstico más pesimista, el de las doce semanas hasta la “nueva normalidad”, ahondando la caída hasta un 13,6% y cerrando el año en una situación en la que no se habrán terminado de normalizar sectores como la hostelería y el entretenimiento. En la práctica, reabrir bares, restaurantes y hoteles sin circulación interprovincial condena a muchos a funcionar con pérdidas.
Fte: El Español