Nueva Rumasa presentó ayer concurso voluntario de acreedores para Clesa y Cacaolat, con lo que ya son cuatro las firmas del grupo de la familia Ruiz-Mateos en esta situación, junto a Dhul y Carcesa. El Juzgado de lo Mercantil número 7 de Madrid será el que supervisará el procedimiento de insolvencia de Clesa, que tiene plantas en Madrid, Caldas de Reis (Pontevedra) y Sevilla.

La formalización de la antigua suspensión de pagos para Clesa pilló al comité de empresa de la planta de Caldas en la sede de la Xunta en Pontevedra, donde se entrevistó con el conselleiro de Industria, Javier Guerra; el director del Instituto Galego de Promoción Económica (Igape), Joaquín Varela, y la directora xeral de Innovación e Industrias Agrarias e Forestais, Alejandra Álvarez de Mon.

El comité se aferra al concurso para alejar a Nueva Rumasa de la gestión de la fábrica.

El conselleiro de Industria trasladó al comité de Caldas la preocupación de la Xunta por la situación de la fábrica y confirmó que Medio Rural mantiene contactos con dos cooperativas para promover la posible adquisición de la planta.

El concurso no paraliza el ERE temporal ya presentado y que afecta a 123 trabajadores y a las delegaciones comerciales, al no entrar los prejubilados.