
Los últimos datos publicados por el INE ponen en duda, al menos de momento, la idea de que la recuperación comience este 2021. Con una tasa de paro del 15,9% (hace un pandémico año era del 14,4%) y la destrucción de 155.800 empleos en el sector privado entre enero y marzo (compensados, en parte, con un aumento de 18.000 puestos de trabajo en el sector pública), las previsiones no son buenas. Y podrían ser peores cuando rompa la tormenta que forman nubarrones en forma de ERE en el horizonte.
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