El covid se ha cebado especialmente con ellos -más del 70 % de los fallecidos en Galicia eran mayores de 80- pese a que muchos llevan aislados casi un año. Así que les sobrarían motivos para mostrar su hartazgo. No lo hacen. Ellos y ellas, que constituyen la generación viva más sufrida de todas, que fueron niños en la Guerra o la posguerra, pasaron por la emigración y lograron mejores tiempos para sus hijos, demostraron este lunes, en el arranque de la vacunación frente al covid para los mayores de 80 que no vivan en residencias, que siguen llenos de fuerza, ánimo y gratitud hacia los sanitarios.
«A ver se acabamos co bicho», decía Ricardo Iglesias desde Vilagarcía tras recibir la primera dosis. Y su frase resumía el sentir colectivo.
Tras la prueba piloto del viernes, la vacunación de los mayores de 80 años comenzó este lunes en toda Galicia. El Sergas prevé citar a 30.000 mayores por semana, lo que prolongará la vacunación de las más de 200.000 personas que hay en esa franja de edad hasta la primera semana de mayo -siempre que no haya imprevistos por retrasos en la entrega de dosis-.
Se empezó a llamar por la letra H y aún se están depurando listados para que nadie quede fuera de la campaña, pertenezca a la Seguridad Social o sea afiliado de alguna mutua -como algunos funcionarios jubilados-. A los que ya les tocó acudir, lo hicieron con unas ganas desbordantes.
Para ejemplo, el ambulatorio Virxe Peregrina de Pontevedra: allí se citó este lunes a 96 pacientes y faltó solo uno y porque se cayó el domingo y no pudo acudir. Primer día de vacunación contra el covid en mayores de 80 años en el centro de salud Virxe Peregrina de Pontevedra «Es fantástico, teníamos ganas de poder salir y tener algo más de seguridad».
La situación, área a área
La sensación de alivio era generalizada entre quienes recibían la primera dosis. «Estaba deseándolo, me daba mucho miedo pensar que podía cogerlo», decía Purificación. Ella era una de las primeras en vacunarse en Vigo, donde se citó en esta primera jornada a unas mil personas. «Para mí es un alivio enorme de grande», añadía con júbilo María Luisa Lago, una coruñesa a la que vacunaron en la Casa del Mar.
En Ourense, ayer citaron para vacunarse a 810 personas. Entre ellas un torbellino llamado Amparo, de 83 años. En verano, suele recorrer seis kilómetros diarios andando. Amparo resolvía: «¿Nos tocó? Pues nos toca. Esto es un problema mundial. Hay que aceptarlo y cumplir las normas. La vacuna contra el covid-19 es bien recibida, y si tuviese que ponérmela tres o cuatro veces, las que hiciesen falta, lo haría». En el área sanitaria de Ferrol la vacunación arrancó a primera hora de la mañana en los centros de salud de la ciudad Fontela Maristany (plaza de España) y Serantes, y en los de As Pontes, Ortigueira y Pontedeume. Estaban llamados 466 usuarios.
Hoy es el turno de los centros de salud de Narón, Fene, Caranza, San Sadurniño y Cedeira, en los que está previsto suministrar la primera dosis a 468 usuarios. María Hermida, de 86 años, fue una de las primeras vacunadas: «Todo perfecto y no me dolió nada de nada», señaló con alegría.
En el instituto Ollos Grandes de Lugo han llamado a los profesores de entre 45 y 55 años para la vacunación inmediata en el HULA.
En Lugo, cada día recibirán la vacuna unas 850 personas mayores de 80 años y la inoculación se desarrollará en todos los servicios de Atención Primaria de la provincia. Una de las primeras personas que recibió la inyección fue Catalina Heras Díez, que acudió al Centro de Salud de Fingoi. La semana que viene podría aumentar el ritmo de vacunación.
Más allá de las urbes, hubo movimiento en los ambulatorios cabecera de comarca. Es el caso de A Estrada, donde se citó a 120 personas. O de Carballo, donde se comprobó que los mayores de 80, además de resistencia, tienen también alegría, como la de Antonio Haz, de 82 años y de Malpica, que salió feliz tras vacunarse e iba a celebrar que le pusieran la dosis con un baño en el mar.
El BNG se rebela contra el déficit de vacunas que recibe Galicia para los mayores de 80 años
Ana Pontón advierte que sería una discriminación recibir menos del 8,2 % de las dosis que se distribuyen cada semana
Fue el Gobierno gallego el primero en levantar la voz contra el reparto «inxusto» de vacunas para el grupo diana de los mayores de 80 años.
Galicia registra el 8,2 % de las personas que rebasan esta edad en España y, sin embargo, solo recibió en 5 % de los antídotos que distribuyó el Ministerio de Sanidad para inmunizar a dicho colectivo. El BNG hizo suya la reivindicación y se rebeló contra el actual reparto para que la comunidad no reciba «nin unha menos» de las dosis que le corresponderían según el peso de su población objetivo, pues lo contrario supondría «unha discriminación».