El ejemplar de oso pardo cantábrico Tola, que vivía en cautividad en el cercado de Santo Adriano, ha muerto. Vivía junto a su hermana, Paca, en el mismo espacio.
El cercado se inauguró en el año 1996, ante la necesidad de buscar un lugar para albergar a Paca y a Tola.
Fueron rescatadas de furtivos y era imposible reintroducirlas en el medio natural, ya que estaban habituadas a la presencia humana.
Se quedaron, por tanto, en el Monte Fernanchín, a la entrada a la Foz del Picarós, en el límite de los concejos de Santo Adriano y Proaza.
Tola era una hembra de pelaje marrón oscuro, con un antifaz más oscuro en la cara. Su peso era variable, según la estación del año. El máximo conocido era de 178 kilogramos.
Su comportamiento era mucho más nervioso y desconfiado que el de su hermana Paca. Tanto ella como su hermana residían en el cercado de Santo Adriano desde el 26 de mayo de 1996. Las dos fueron rescatadas cuando un cazador furtivo mató a su madre.
Las causas de la muerte del ejemplar de oso pardo cantábrico ‘Tola’ serán determinadascon exactitud por una necropsia que se llevará a cabo en los próximos días, según han informado desde la Fundación Oso
El animal llevaba ya con dificultades motrices desde hace varios años y estuvo sujeta a cuidados especiales por ese motivo.
En un principio, los responsables del cercado donde vivía achacan el progresivo deterioro que sufrió, de forma acentuada en las últimas semanas, a la edad.
Tola murió este jueves en el cercado que gestiona la Fundacía Oso, donde vivía con su hermana ‘Paca’, tras ser rescatadas de las manos de cazadores furtivos que habían matado a us madre.
El animal que ha muerto contaba ya con 29 años, una edad muy avanzada para este tipo de osos.
Desde 1996 vivía en un espacio habilitado con criterios de semilibertad, una vez que se constató la imposibilidad de reintroducirla en el medio natural.



