Chuchana Lannister presentará batalla ante Pédrogorn hijo de Árathorn – JUEGO DE MUSTIOS – Cap. 4 -Digital Sevilla

11 de Marzo de 2017 – Daniel Bellaco.

Chuchana Lannister estaba encerrada en su Palacio de San Muermo. A las puertas esperaban los Grandes Mustios, Zapatir el In Besi, Javier Rantamplán, hombre muy feo de Áragorn, Jon Conejo, alias ‘Laferiainterminable’, Mustio López, alias ‘La liebre de Rub el Kabar’, Fernán Hez, Mario Chisme Hez y otros ilustres grandes mustios que estaban muy preocupados.

Jon Conejo, que bebía a grandes tragos una botella de vinate peleón, les dijo a todos tras salir de palacio:

– Nada, que la jefa no quiere presentar batalla.

– Pero si hemos estado saqueando toda Avecrenia para reunir dinero para apoyarla – dijo alarmado Mario Chisme Hez.

– No quiere. Dice que va a perder. Que Pédrogorn hijo de Árathorn es demasiado fuerte. Que ella lo dio por muerto tras el estacazo en la crisma que le dio con todas sus ganas y las velas negras que le puso, pero que ha vuelto. Tiene miedo a acabar de campesina o de tendera. No quiere trabajar. Y lo entiendo. Es mejor seguir saqueando a los tiesos.

Acto seguido sacó unas gambas de un bolsillo de sus ropajes llenos de lamparones y empezó a repartirlas entre los mustios que las devoraron rápidamente.

Al fondo, unos campesinos de Avecrenia del Sur huían despavoridos perseguidos por los bandoleros de Zárriar hijo de Zárriar, Gran Lugarteniente de Chuchana, que les arrebataban lo poco que tenían. Los mustios sonrieron con la escena y luego siguieron hablando.

– ¿Y Mariano de Isengard? ¿Nos mandará sus secuaces? – preguntó Zapatir.

– Mariano se queda defendiendo su fortaleza azul genovesa. Está dando refugio en su Cueva de Alí PaPá a Arturo y Jordi, los señores de Pujolia. Albert Nose Entera, el Maniquí Real, Paladino del Clan naranja, quiere colgarlos pero Don Mariano no lo permitirá. Ni nosotros. – dijo en tono muy mustio Fernán Hez, el esclavo de Don Mariano de Isengard.

– ¿Y los obispos? Ellos tienen muchos seguidores. Fray Antón García Forrarse, confesor de Chuchana, Fray Paco Duendar, el bufón de Mariano, Fray Kebrián del rico clan RISA y Senescal de La Capa Negra Petrolera. ¿No pueden convencer a los ricos comerciantes que les apoyan? – preguntó desesperado Rantamplán.

De repente al fondo venían a gran velocidad grandes carrozas de oro atropellando a los jornaleros y mineros que venían de partirse el lomo de sol a sol.

Pestiño Blanco, Helena Teatracamo, Rub el Kabar, Pep Bon y Filipo de Persia bajaron de sus dorados carruajes vestidos con ricas sedas. También bajó el mustio gordinflón Fernán Hez Var JaJa.

Mario Chisme Hez corrió y se tiró al suelo para que le pisaran al llegar. Se quedaron encima de él y empezaron a comer gambas.

– Si ella no quiere tendremos que buscar a otro. Debemos vencer al rebelde ‘por consiguiente’. Dijo Filipo de Persia, antiguo Gran Khan de Avecrenia.

¡Aaaaaay! – gritó Chuchana desde el balcón. Estaba con los pelos revueltos, vestida de negro y rodeada de velas negras. A pesar de haber salido al exterior una oscuridad la rodeaba.

Todos la miraron acongojados y apretaron las filas.

-¡Yo soy Chuchana Lánistre! ¡Conozco la magia negra y soy muy mala! ¡Voy a salir a destruir a Pédrogorn! ¡¡ Le voy a poner dos velas negras!! Desde aquí, Avecrenia del Sur donde soy la Patrona. Me sacrificaré por ‘mitierramigente’ y seguiremos saqueando mientras podamos. Mustio López, la liebre de Rub el Kabar, combatirá de nuestro lado y apoyaremos a Don Mariano y a Jordi I de Pujolia, grandes maestros saqueadores como nosotros, hasta el final.

Todos agacharon la cabeza, dieron unas palmaditas a Mustio López y dijeron:

– Sea.

Continuará.

Anteriores capítulos de la Saga Mustia:

Capítulo 4. JUEGO DE MUSTIOS, Don Mariano de Isengard se ríe de Albert Nose Entera, el paladino naranja