El sacerdote suspendido en sus labores pastorales por haber formado parte de la lista del PSOE en el Ayuntamiento de A Gudiña (Ourense), Antonio Fernández Blanco, ha renunciado hoy a su acta de edil, después de que el Obispado de Ourense le comunicase la prohibición de seguir ejerciendo su función sacerdotal si seguía en la vida política.
El sacerdote iba en la candidatura socialista en las pasadas elecciones municipales como número dos, circunstancia inédita que no admitió el Obispado de Ourense. El obispado sacó a colación los preceptos 285 y 287 del Derecho Canónico, en los que se dictaminaba que «les está prohibido a los clérigos aceptar aquellos cargos públicos que llevan consigo una participación en el ejercicio de la potestad civil».
También se ha guiado el órgano rector eclesial por otro artículo que aboga por que los sacerdotes no participen activamente en los partidos políticos ni en la dirección de asociaciones sindicales, a no ser que según el juicio de la autoridad eclesiástica competente, lo exijan la defensa de los derechos de la Iglesia o la promoción del bien común.
Y es que en este caso, más que nunca, puede aplicarse el refrán de que no se puede tocar las campanas al tiempo que se va en la procesión.
El sacerdote cuenta con el apoyo de sus feligreses, que han pedido que no se le traslade, e incluso han creado una página en Facebook para respaldarle.
(Fuente original de la noticia: http://www.lavozdegalicia.es/galicia/2011/06/15/00031308160699077246234.htm)