El gobierno gallego tendrá que saltarse su política de ‘apretarse el cinturón’ en época de crisis y no podrá evitar tener que contratar de forma indefinida a cientos de trabajadores de la Xunta que entraron en la administración regional mediante mecanismos de excepción en la época de Manuel Fraga.
La Administración regional excede actualmente los 91.000 empleados, y aún tendrá que acoger a muchos más por fuerza, a causa de cómo se hicieron las cosas durante los gobiernos que lideraba Fraga.
Feijóo y su equipo lo publicaron en el Diario Oficial de Galicia la semana pasada: harán fijos a 587 empleados contratados para asistencias técnicas antes de 2005, pero que en ningún momento pasaron oposiciones, la mayoría. De ellos, 459 cuentan con sentencias judiciales que obligan al Gobierno a crearles una plaza. Este proceso de consolidación beneficiará a un total de 670 trabajadores.
Los beneficiarios, o bien tienen reconocida su condición de trabajador indefinido por sentencia judicial o fueron contratados directamente por la Xunta bajo la modalidad de obra o servicio para realizar programas o funciones de carácter estructural, o se integraron por transferencia como personal laboral. De las 670 plazas que se consolidarán, 83 responden al último supuesto, y serán para personal laboral que fue transferido cuando el Estado traspasó la gestión de las oficinas del Inem a Galicia. El resto favorecen a esos 587 empleados, de los que 459 disponen de los fallos judiciales favorables y 128 cuentan con contratos de obra o servicio.
El problema de esos trabajadores lo han ido heredando los sucesivos gobiernos desde Fraga.
Los 83 trabajadores transferidos del Inem accederán a un puesto fijo por concurso de méritos y sin competencia. El resto contarán en el concurso-oposición con una valoración decisiva del tiempo trabajado, ya que tendrá un peso del 40% en la nota.
(Fuente: LVG)