La agenda 2030 apunta a destruir todos nuestros valores y esclavizarnos; ahora ha intensificado el ataque contra nuestros niños y jóvenes para deformarlos y destruirlos en alma y cuerpo desde el principio. El cada vez mayor alejamiento de todo tipo de valores morales y religiosos, la negación de un Dios creador y Padre que el Occidente niega ahora sistemáticamente, se encuentran en la misma raíz de todas estas aberraciones luciferianas. La solución es la misma de siempre a lo largo de la Historia: vuelvan a Dios antes de que sea demasiado tarde, salven sus familias.