El embajador de Rusia en Washington, Anatoli Antónov, ha señalado que «las declaraciones nerviosas de las autoridades estadounidenses atestiguan la seria preocupación de la Casa Blanca por la revelación de la verdad sobre el trabajo desarrollado en el marco del programa biológico militar cerca de las fronteras de la Federación de Rusia con la financiación de EE.UU.»
El jefe de la misión diplomática rusa instó a las autoridades estadounidenses a «reducir de inmediato el trabajo ilegal en el campo de la biología militar, también en el territorio del espacio postsoviético».
«Además, es hora de que Washington acelere los plazos para la destrucción de los arsenales nacionales de armas químicas», agregó Antónov, recordando que «EE.UU. sigue siendo el único país que forma parte de la Convención de Armas Químicas que aún no ha cumplido con sus obligaciones internacionales».