En los últimos conflictos asimétricos que han tenido lugar en países del mundo islámico, los combatientes del actor más débil, unidades de su Ejército o grupos subversivos, han recurrido con frecuencia a parapetarse en núcleos urbanos buscando utilizar a la población civil como escudos humanos.
Una táctica que ha demostrado ser siempre equivocada, pues nunca conduce a la victoria, como mucho retarda la derrota a costa del sufrimiento de la población civil. Parece ser que las fuerzas armadas ucranianas van a recurrir a esa táctica, no combatir en campo abierto, poniendo en riesgo aponiendo en riesgo a la población civil, utilizando a los ciudadanos como escudos humanos.
Una forma de ganar la empatía de la opinión pública internacional, pero que causara muy poco daño al enemigo, mucho a la población civil, y difícilmente contribuirá alcanzar la victoria.