Las tropas rusas ingresan en Kiev. La invasión de Ucrania está siendo un paseíllo militar para Putin que en pocos días se hará con todo el territorio. Los que despertaron al oso ruso, amenazando sus fronteras, están aprendiendo la misma lección que antes Napoleón y Hitler.
La degeneración suicida de Occidente, destruyendo desde dentro las raíces judeocristianas y la familia tradicional, ha llevado al surgimiento de una nueva superpotencia que se hará con el control del planeta sin apenas resistencia: el eje China-Rusia.
Mientras los progres de Europa y Norteamérica se plegaban al Nuevo Orden Mundial, y sembraban la cultura de la muerte GENERALIZADA, destruyendo millones de bebés en el vientre de sus madres, promoviendo generaciones de ninis sin valores ni inteligencia, la demonización de los hombres por el hecho de serlo, la feminización de la sociedad, el suicidio y la eutanasia, y el decadente movimiento LGTBI, otros países se esforzaban por crear un ejército fuerte y un armamento de primer orden.
Seguimos la senda de la decadencia del Imperio Romano. No aprendemos de la historia.