Lo más preocupante de estas vacunas ARN es que están creando una falsa sensación de seguridad en amplios sectores de la población. Vacunas que al no ser esterilizantes permiten la infección y contagio, con la premisa de no padecer una versión grave de la enfermedad. Para su sorpresa están viendo que vacunados con doble dosis están entrando en las UCI y algunos mueren.
La realidad es que no se saturan los hospitales porque TODOS LOS QUE TENGAN QUE MORIR YA SE HAN MUERTO. Este virus lo resiste la inmensa mayoría de la gente; entre un 5% y un 7% de la gente en España son inmunes; asintomáticos son legión; y las «vacunas» preventivas echan una mano, esa es la realidad.