El Movimiento es, esencialmente, un club. Así describe a este grupo de derecha populista quien lo fundó junto a Steve Bannon, el político belga Mischaël Modrikamen. El Movimiento organizará en unas semanas su primer encuentro en Bruselas, al que Modrikamen (Charleroi, Bélgica, 1966) invitará a los nuevos partidos nacionalistas, populistas y radicales que en los pasados años han revolucionado la política europea, como La Liga en Italia, el Frente Nacional en Francia
o Vox en España.
«Todos ellos comparten ideales como la defensa de la soberanía nacional, el refuerzo de las fronteras, las barreras a la inmigración o el rechazo al islamismo radical. Eso sí, nunca aceptaremos partidos racistas o antisemitas como Amanecer Dorado en Grecia o Jobbik en Hungría», explica Modrikamen, quien en 2009 fundó un partido de derecha en Bélgica. Es un club, además, al que sólo se puede acceder por invitación de sus organizadores y que no está circunscrito únicamente a Europa.
De hecho, el último en unirse, este fin de semana, ha sido el nuevo presidente de Brasil, Jair Bolsonaro.

El futuro de España y de Europa pasa, según Modrikamen, por una alianza como la que ha propiciado el cambio político en Andalucía. «Los pactos más coherentes son los que hoy mismo podrían firmar Vox y el PP. Estoy contento de que así lo hicieran tras las elecciones de Andalucía. Y es un buen modelo para Europa: llegar a acuerdos entre las fuerzas de centro derecha y derecha, en lugar de las viejas componendas de conservadores y socialdemócratas».
Independentistas como los de Cataluña, eso sí, no estarían invitados. «El separatismo es distinto. Nosotros representamos al ciudadano de a pie que ha quedado atrás, como hace Trump en América o los chalecos amarillos en Francia. El separatismo es algo cultural, es algo distinto a nosotros».
Modrikamen niega que esos partidos a los que él ha tendido la mano y a los que augura un excelente resultado en las elecciones europeas de mayo sean radicales.