El barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) de septiembre ha puesto de manifiesto que está aumentando el porcentaje de españoles que quiere un Estado sin autonomías -18,9%- o como mínimo retirar competencias a las comunidades autónomas -10,5%-. Esto significa que el 29,4% de los encuestados quieren cambiar el estatus de las comunidades autónomas y recentralizar España -en el anterior sondeo, en julio, eran el 27,1%-. Además, el 36,8% aboga por mantener todo como está.
En nuestro país, la idea de suprimir las autonomías sólo la defiende VOX. El partido que lidera Santiago Abascal, ya llevó en su programa electoral un Estado sin autonomías porque, a su juicio, se han convertido en el “mayor problema de España”. La formación asegura que “las comunidades autónomas no sólo son lesivas para preservar la unidad de la Nación sino que hacen a España inviable desde el punto de vista económico”. “Todo se ha multiplicado por diecisiete y se han creado redes clientelares que han sido caldo de cultivo de los mayores escándalos políticos de nuestra historia -ERE, Pujol, Púnica y Gürtel-“, señala Abascal, antes de asegurar que la “consecuencia” del “chiringuito autonómico” son los “recortes en servicios públicos esenciales” mientras “la élite política mantiene todos sus privilegios”.
Sentimiento español-
Según revela el barómetro, sólo un 6,2 por ciento de los ciudadanos no se sienten españoles y afirman sentirse únicamente de su lugar de procedencia, según revela el barómetro.
Además, un 10,6 por ciento de los consultados en esta encuesta aseguran sentirse más de su tierra que españoles. Son cifras que rebajan el sentimiento de desapego hacia España registrado en la anterior muestra demoscópica del CIS del mes de julio, cuando sólo se sentían de su comunidad el 6,8 por ciento de los encuestados, mientras el 11 por ciento se veían más de su autonomía que españoles.
El barómetro del CIS señala que la preocupación de los ciudadanos por la independencia de Cataluña se ha triplicado en los últimos dos meses y ya el 7,8 por ciento de los encuestados lo señala como uno de los tres principales problemas del país.