¿LAS RECUPERARÁ?
El Gobierno gallego fue el único postor en la subasta celebrada hoy al no haber ninguna empresa interesada en dar viabilidad a conservera
La Xunta se hace con las naves de Alfageme y la marca Miau con el objetivo de buscar la mejor fórmula para garantizar la reactivación de la empresa y la recuperación de los empleos
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El ejecutivo autonómico se adjudicó las naves de Ribadumia y Vilaxoán por un total de 560.000 euros
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La subasta de la marca Miau, en la que hubo una empresa interesada, se resolvió a favor de la Xunta por 220.000 euros
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Esta actuación permite al Gobierno gallego cumplir con su compromiso de encontrar la mejor vía para dar continuidad a actividad y la recuperación de los puestos de trabajo
Santiago, 20 de diciembre de 2012.- La Xunta de Galicia se hizo con las naves de la empresa conservera Alfageme, así como los derechos sobre la marca Miau, en la subasta celebrada esta mañana en el Juzgado Mercantil número 3 de Pontevedra, en Vigo, con el objetivo de buscar la mejor fórmula para garantizar la reactivación de la empresa y la recuperación de los puestos de trabajo. El Ejecutivo autonómico se adjudicó las naves de la compañía al no haber ninguna empresa interesada en darle viabilidad al proyecto de la conservera.
El Gobierno gallego, representado por altos cargos de las Conselleríad de Economía e Industria y Hacienda, junto con dos letrados funcionarios de asistencia jurídica, fue el único postor en la subasta de las naves de Alfageme y se adjudicó la propiedad de las dos plantas, Ribadumia y Vilaxoán, por un total de 560.000 euros (210.000 y 350.000 euros respectivamente). La marca, en la que hubo otro interesado, fue adjudicada a la Xunta por 220.000 euros.
Con esta actuación, el Gobierno gallego muestra nuevamente su compromiso decido, como manifestó ayer en el Parlamento el propio consejero de Economía e Industria, Francisco Conde, por la recuperación de la actividad y de los puestos de trabajo.
A partir de este momento, la Xunta, como propietaria de los tres bienes, iniciará nuevos contactos con el sector conservero gallego para, defendiendo la legalidad y los intereses patrimoniales de la administración, encontrar la mejor fórmula capaz de garantizar la reactivación del proceso productivo.