DESPERTARES - La revolución pacífica
Los ciudadanos islandeses siguen adelante solucionando sus problemas por sí mismos, mientras el resto del rebaño mundial continuamos inocéntemente pidiendo soluciones a nuestros delincuentes, criminales y corruptos pastores políticos.
En 2008 la quiebra de los tres grandes bancos de islandia (Landbanki, Kapthing y Glitnir) hundió al país en la miseria. Para rescatar la economía, el Gobierno solicitó un préstamo internacional de 3.500 millones de dólares. Para saldar la deuda los 320.000 habitantes del país tendrían que pagar cien euros al mes durante 15 años, a una tasa de interés del 5,5%. Los islandeses se negaron en su gran mayoría a pagar la deuda soberana contraída por la banca.
El país celebra el 20 de octubre de 2012, un referéndum de carácter consultivo y no vinculante para aprobar varias reformas de la Constitución. La consulta incluye seis preguntas entre las que destaca garantizar la propiedad pública de los recursos naturales, la convocatoria de referendos populares o la existencia de una Iglesia nacional. El texto que se somete a votación se basa en las propuestas de una comisión formada por 25 ciudadanos, elegidos entre de 500 candidatos, más la aportaciones sometidas a debate en las redes sociales.
En el Parlamento la primera ministra, Jóhanna Siguroardíttir, socialdemócrata, que gobierna en coalición con el movimiento de los Verdes pide el “sí” para una futura reforma constitucional. La oposición que lidera el conservador Bjarni Beneditsson, denuncia al Gobierno por no respetar la tradición de contar con un amplio consenso para reformar la Constitución.
Un 66%…
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