Le dan por todos los lados, le dicen que lo van a investigar, se va a escapado cuando estaban todavía en ello (con su habitual grosería de sátrapa), cada vez parece más un padrino de la mafia rodeado de filas y filas de guardaespaldas y palmeros para que lo protejan del pueblo, lo abuchean al salir, y para colmo lo insultan llamándolo perro por los altavoces con ladridos. ¡Un show!