Sanidad estudia nuevas medidas para intentar evitar la cuarta ola del coronavirus. El Gobierno central sospesa el cierre del interior de bares y restaurantes a partir de una incidencia de 150 casos por 100.000 habitantes a 14 días, una restricción que, de aprobarse, supondría que los establecimientos de Asturias tendrían que clausurar estos espacios, ya que la incidencia actual es de 159 en la comunidad autónoma.
Esta es una de las medidas que recoge el documento de Actuaciones de respuesta coordinada para el control de la transmisión de la covid-19, que aprobó el pasado 26 de febrero la Ponencia de Alertas y Planes de Preparación y Respuesta, ha sido publicado en boletines oficiales la pasada semana y está previsto que aborde este jueves la Comisión de Salud Pública.
Según los últimos datos publicados por el ministerio, además de Asturias deberían cerrar el interior de los establecimientos la Comunidad de Madrid (con una incidencia de 228 casos), País Vasco (200), Cataluña (172), Navarra (185), Melilla (511) y Ceuta (253). Se trata de un documento sobre el que aún tiene que trabajar la Comisión -puede que lo pruebe este jueves- y posteriormente tiene que tener la luz verde del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (SNS), con lo que está sujeta a cambios.
Es una actualización del aprobado en octubre, aun vigente, que como entonces propone los criterios comunes para la interpretación de los indicadores básicos en el SNS que permiten realizar una evaluación de la pandemia en cada territorio, dirigida a detectar niveles de riesgo para la población.
Establece los niveles de alerta que determinan las actuaciones proporcionales al nivel de riesgo de transmisión del coronavirus y adaptables según la situación y el contexto de cada territorio. Y se mantienen con respecto al documento de octubre los indicadores para la valoración del riesgo, con dos bloques. El primer bloque evalúa el nivel de transmisión, que se calcula en función de seis de los indicadores: la incidencia acumulada por 100.000 habitantes en 14 y en y días; la misma incidencia pero referida a la población mayor de 65 años; el porcentaje de positividad de las pruebas diagnósticas y el de casos con trazabilidad. Mientras, el segundo mide la capacidad asistencial con los otros dos marcadores, la ocupación de camas covid y de las UCI.
A cada uno de estos escenarios se les asigna uno de los cinco niveles de riesgo, siendo el más bajo el de la nueva normalidad, con incidencias acumuladas inferiores a 25 en 14 días, y el muy alto , en el que se superan los 250 casos por cada 100.000 habitantes. Y el resultado de los indicadores sitúa al territorio en un nivel de riesgo que se corresponde con los cuatro niveles de alerta, cada uno de los cuales tiene asociado una serie de medidas.
En esta ocasión especifica las medidas recomendadas en el nivel 4 de alerta, mientras que el anterior se limitaba a señalar que se adoptarían además de las restricciones del nivel 3, las «medidas excepcionales, tras una evaluación específica de la situación, que podrán incluir la limitación de la movilidad de las personas, cierres perimetrales u otras restricciones del movimiento».
Así, este cuarto nivel, asociado a una incidencia acumulada superior a los 250 casos, especifica en este nuevo documento que las reuniones en el ámbito público y privado sean de un máximo de 4 personas, «salvo para los grupos de convivencia».
Por otra parte, señala sobre las zonas interiores de los establecimientos de restauración y hostelería, en los niveles 3 -asociado a una incidencia superior a los 150 casos- y 4, la «supresión del servicio».
El documento aun vigente señalaba en este sentido que «la autoridad sanitaria deberá valorar el cierre de las zonas interiores de los establecimientos, y en su defecto, reducir los aforos al mínimo posible y prohibición de consumo en barra.
Y en el propuesto ahora por la ponencia especifica que las terrazas retranqueadas en el interior con 3 paramentos y techo; las exteriores con estos mismos elementos, las que están completamente cubiertas con 4 paramentos y techo y las que tienen paramentos continuos y discontinuos y techo «serán consideradas como zonas interiores de los establecimientos».
En estos dos niveles, recomienda a la población salir del domicilio sólo lo necesario, y limitar las entradas y salidas del área territorial evaluada excepto para actividades esenciales. Y en todos los niveles apuesta por fomentar el teletrabajo y en el caso de que el territorio se encuentre en el 3 o en el 4, que se eviten las reuniones en el lugar de trabajo para comer y beber.
Además, en todos los niveles mantiene el uso de las mascarillas en espacio público, la prohibición de fumar en la terrazas de hostelería, así como en la vía pública cuando no sea posible mantener la distancia, ni comer ni beber en la calle cuando no esté garantizada la distancia.
COMENTARIOS
Para muestra un botón. En Siero, un concejo cerrado perimetralmente, con el interior de la hostelería cerrada al igual que muchos comercios del sector servicios. Para muchos estas medidas son buenas porque atajan la transmisión del covid y son aplaudidas e incluso defendidas. La realidad es que nuestro concejo depende un 78 % del sector servicios con ayudas paupérrimas por no decir que la mayoría de las empresas no han recibido ayuda ninguna, que más da que ahora se reparta una damnificación de un millón de euros, si repartidos entre los negocios afectados significan unos1000 euros por cada uno, toda persona que tenga sentido común, se dará cuenta que no aportan nada después de un año de pandemia, que lo único que hace crecer son las colas del hambre.
Algunos de ustedes dirán que lo peor es estar entubado en un hospital o enterrado en un cementerio. Pero la realidad es que después de un año de pandemia, las normas siguen siendo igual para todos y con los mismos criterios, sino no recuerdo mal hace un año, estuvimos encerrados para no colapsar la sanidad y una población aterrada acatamos las normas ante esta nueva situación tan insólita. Un año después seguimos acatando las normas con los mismos criterios sin que nuestra clase política de nuevas soluciones sin realizar nuevas actuaciones, el cierre es la solución para todo, al igual que la vacuna pero mientras tanto una población enfrentada se disputa la responsabilidad de la actual situación, sin derechos y a merced de las personas que gobiernan, mientras nuestra economía de desangra.
La realidad en el concejo que vivo es que de 0 a 54 años no ha muerto nadie de covid en este año de pandemia tal como avala la información pública de salud del Principado de Asturias.
La realidad es que nuestro actual cierre perimetral está basado en una incidencia acumulada en un sector de la población de 0 a 12 años, es decir el contagio en los colegios, según los datos de los gráficos que se publican en la misma página. En la anterior ola la mayor incidencia acumulada fue en la franja de 0 a 18 años. Y yo me pregunto para que sirven estos datos estadísticos, si nadie dentro de nuestro gobierno sea autonómico o estatal no les usan para implementar otra clase de medidas mas racionales, que ayuden de verdad a conciliar la pandemia sanitaria con nuestra vida.
Está claro que esta debe cambiar y seguir por un camino de una economía mas resiliente, pero esto llegará largo plazo si trabajamos sobre ello, pero a corto plazo tenemos que tirar con lo que tenemos para conservar no solo nuestra libertad individual sino nuestra sociedad.
Y yo sabiendo todo esto , que hoy he leído aun vecino del concejo en la página de nuestro alcalde y avalado por las gráficas publicadas en la página anteriormente publicada . Quieren que esté tranquila y que confié en esta clase política que no tiene ninguna idea de cómo actuar ante esto sino es con la prohibición , el miedo y el enfrentamiento. Ya vale, ¿no? Por una sociedad organizada, racional y responsable.
OVIEDO HACE 3 HORAS. COMO UNA SECTA: : Las sectas se sirven de estos medios: aislar a los individuos desvinculándolos de sus lazos sociales y familiares, hacer dependientes a las personas privándolas de sus medios de subsistencia, propagar un discurso inequívoco martillado en las misas solemnes permanentes, expulsar todo pensamiento divergente, presentar a los adversarios como dañinos que no comprenden ni su propio interés ni el interés común superior. «Nosotros contra los demás» es generalmente la doctrina simple y comprensible por todos, porque es simplista, y desgraciadamente adoptada. Mañana, cualquier virus, real o ficticio, podría volver a sembrar el terror en poblaciones dispuestas a vacunarse para preservar un poco de libertad. Están preparadas para ello. Y si se siguen utilizando los test actuales -contra toda lógica-, incluso las poblaciones vacunadas serán positivas y seguirán siendo contagiosas, ya predicen las olas que se avecinan y cuándo aparecerán.
Menudo titular. No es nueva amenaza a la hostelería. Es la hostelería quien sigue amenazando. Si siguieran alguna de las normas sanitarias, a lo mejor haríamos algo, pero mientras que todas las medidas sigan orientadas a no perjudicar a quienes mas peligro representan, no haremos nada. Igual, en lugar de tantas restricciones (aunque cada uno esté haciendo lo que le de la gana), puede que fuera mejor cerrar todo unas semanas, esperar a que esto baje de verdad y dejar de seguir meses y meses arrastrando el problema. Aunque con la actitud que se ve en la hostelería por parte de la empresa y por parte de clientes, va a ser muy difícil que algún día consigamos salir adelante. Es una pena que nos hayamos cargado la industria y que hayan conseguid que ahora dependamos casi en exclusiva de la hostelería… puede que sea la peor patronal que nos podía tocar para ser quienes manden y mucho peor en una pandemia como esta.
Se les ve el plumero. Qué gran suerte la nuestra, esa de contar con unos políticos y expertos de tan inmensa sabiduría, qué gran suerte. Anuncian la posibilidad de aprobar medias más restrictivas que las actuales para después de Semana Santa. ¿Por qué no antes? Por el simple hecho del afán recaudador de la Administración, afán entremezclada con la necesidad. En una semana se hará la vista gorda para favorecer el consumo y recaudar impuestos, parece ser que el virus se irá de vacaciones, y que a la vuelta volverá a hacer estragos. Eso es lo que deben de pensar en los gobiernos, sabedores también de la enorme dificultad de aprobar un nuevo estado de alarma.
Juegan al descarte, ni funcionarios, ni jubilados, ni trabajadores de otros sectores se han visto tan afectados económicamente como el sector servicios, en general, y en particular la hostelería. La falta de empatía y solidaridad a la que está sometida la población española, no debe de pasar inadvertida para la opinión pública. Más tarde o temprano, la pandemia será historia pero nuestras carencias y defectos seguirán enraizados en nuestra sociedad.
Sinvergüenzas. Mejor intentaban controlar los aeropuertos para que los turistas como los franceses no vengan a emborracharse como se ve en la televisión, ahora resulta que la culpa es de los bares, señores del gobierno la culpa también la tiene el mal control de los aeropuertos que vienen toda clase de turistas que no son muy deseables.
Incoherencias Tenemos una IA14 muy similar a la que teníamos en septiembre (pueden ustedes comprobarlo con los datos oficiales) y ahora mismo en teoría se hacen más pruebas, los hospitales con un gran descenso en su ocupación y tenemos gran parte de los grupos de población más vulnerables vacunados… Pero seguimos aplicando medidas muy duras, sobre todo con determinados sectores, mientras en otros ámbitos no parece importarnos mucho: control de aeropuertos, viajes internacionales, transportes al 100%, colegios con aforos como si no pasase nada, … ¿Hay a quienes les interesa mantener la tensión para justificar el Estado de Alarma porque les viene bien por otros motivos?