Incidencia acumulada alta. Esta es la realidad que viven el barrio de A Milagrosa, en Lugo, y Arteixo, el municipio coruñés donde Inditex tiene la sede que es su cerebro.
Reuniones limitadas a cinco personas, residencias blindadas y consumo hostelero únicamente en terrazas. Son, desde este sábado, sus nuevas normas, las que suponen prácticamente la vuelta a la fase uno en agosto.
El avance de los contagios en Arteixo, donde se sitúa el gimnasio en el que se originó el 30 de julio uno de los primeros brotes del área metropolitana de A Coruña, que padece restricciones desde el 7 de agosto, ha provocado que el municipio haya amanecido este fin de semana con las limitaciones más endurecidas de la comunidad, junto a las del lucense barrio de A Milagrosa, que ha adoptado las mismas.
Sus bares y cafeterías retornan a la fase uno con la única posibilidad del consumo en terraza y al 50 %. Los restaurantes, en cambio, sí podrán hacer uso de su interior siempre que se respete la mitad de la capacidad, la distancia entre clientes y los grupos de un máximo de 5 personas.