Galicia Bilingüe: Mi crónica de un juicio a 12 fanáticos

Mi crónica de un juicio a 12 fanáticos

sábado, 24 mayo 2014, 13:30, por Galicia Bilingüe

Ayer declaré en el juicio que se celebró esta semana en Santiago contra los 12 fanáticos que quisieron impedir hace 5 años que se celebrara la manifestación organizada por Galicia Bilingüe.

A las 9.25 entré en los juzgados protegida por la Policía, como siempre ocurre cuando hay un acto público y talibanes a la vista. Les pedí a unos amigos que querían ir a apoyarme que no lo hicieran, pero tras el muro de policías, entre los piropos de los talibanes, escuché un ¡ánimo Gloria! en voz de mujer. No pude ver quien era pero le doy las gracias de corazón a la valiente que se atrevió a mezclarse con los intolerantes. Hay que echarle valor. No sé si ayer también estaba por allí Marcos Maceira, el nuevo presi de la Mesa; el martes fue a solidarizase con los acusados. La Mesa publicó comunicado de adhesión, también lo hizo Prolingua, mira tú qué bien, todos despelotados y sin careta.
Ya dentro del edificio me llevaron a una sala apartada del resto de los testigos de la defensa hasta que fui llamada a declarar. Mi sorpresa llegó cuando supe que quienes me habían citado eran los abogados de los acusados. No lo entiendo, porque mi declaración sólo podía perjudicarlos; a no ser que se crean una mezcla de Einstein y Cicerón y a mí me consideren tonta de remate. Además, gracias a ellos pude dar mi opinión en todas las cadenas de televisión y radio que me esperaban a la salida y explicar nuestra postura. Aproveché para reforzar el mensaje que enviamos esta semana, porque le hemos pedido a la Xunta que aleje a la Mesa pola Normalización de los centros escolares y del dichoso Correlingua, ahora que se han posicionado del lado de los violentos. Siempre pensé que me gustaría que un psiquiatra me explicara cómo funciona la mente de un nacionalista, ese amor desmedido por el ADN- tierra- identidad que los lleva a decir y cometer los mayores disparates. Pero no los creía tan tontos o, al menos, creía que sus abogados tendrían un mínimo de sensatez. El 13 de junio se leerán las conclusiones tras la declaración de Rosa Díez, a quien también ha llamado a declarar la defensa, debe de ser que sienten un impulso masoca de beneficiar  a las personas que más odian.
Para más desconcierto,  el primero de los cuatro abogados de la defensa que comenzó el interrogatorio, cometió la torpeza de hacerme una pregunta que me dio pie para contar todo lo que me pareció conveniente. Si yo fuera uno de sus compañeros, al salir le daría una colleja. El segundo en interrogar emanaba lo que percibo en esas personas que están en mis antípodas, fue más breve y noté, por sus preguntas, que no le había hecho ninguna gracia que yo hubiera contado las cosas que acababa de contar. El tercero y el cuarto ya no preguntaron; uno de ellos está junto a uno de los acusados en una foto que hay de la manifestación. En la foto se ve a ese acusado mordiéndole la mano a un padre de Galicia Bilingüe. El fiscal, que no me habría hecho ninguna pregunta si ellos no me hubieran citado, me permitió contar alguna cosa más, fue una pena que una de sus preguntas fuera muy limitativa en su planteamiento; no me atreví a dar un giro para responderla porque la juez era bastante estricta; me pareció una muy buena profesional.
Fue desagradable ver a estos individuos de nuevo, pero fue diferente de lo que había previsto. Entrar en aquella sala fue como pasar del planeta Tierra a un agujero negro. Observé al que está condenado por terrorismo; nunca lo había visto en persona. Es un chico muy guapo de facciones distinguidas, pero tiene una mirada extraña, mezcla de hielo y calor. Me pregunté cómo habría sido su vida si no se  hubiera cruzado con quienes sembraron en él la semilla del odio. Se ha cargado su juventud. Diréis que me puede el espíritu de profe… o de madre, y puede que tengáis razón; seguramente si hubiera presenciado las cosas que ha hecho, como me sucede con otros acusados, lo vería de otra manera.
Esta semana me acordé mucho de aquel 8 de febrero de 2009, de aquella combinación de miedo incertidumbre y emoción que sentí, de la valentía de la gente que a pesar de todo consiguió llegar a la Quintana, de las personas que se lastimaron pero que, por miedo, no llegaron a denunciar, me acordé de los mensajes que fuimos recibiendo los días posteriores con anécdotas y fotos de botellas rotas a los pies de la gente. También he desempolvado las fotos que yo guardo de aquel día. He vuelto a ver a mi hermana detrás de la pancarta con su chaqueta roja entallada y su mirada digna. Cómo me habría gustado poder hablar con ella ayer. Si aún viviera, seguramente me habría acompañado; tal vez por eso  me puse la blusa que podéis ver en la foto de arriba; era de ella, me dio calor entre tanta frialdad.
Y ahora, a pasar página, un abrazo a todos. Os dejo con la información que dio Antena 3 de los sucesos de aquel día y con una información muy profesional elaborada por Elentir; hay un montón de fotos de algunos de los acusados.

¿Y tú qué opinas de esto?