El herido se hallaba al lado del portal al recibir el golpe con la botella, que al parecer podría haberle producido graves lesiones en el cráneo.

La presunta agresora  es una vecina del agredido que se encuentra a tratamiento psiquiátrico y que ya había tenido problemas con Blanco y con otros vecinos. Los agentes de la Policía tardaron once horas en entrar en su vivienda porque no quería abrir la puerta; finalmente necesitaron la ayuda de los bomberos.