NOTA DE PRENSA

Somos un grupo de vecinos de la franja costera del noroccidente de Asturias que queremos denunciar la situación de temor permanente y de indefensión que sufrimos ante la proliferación incontrolada del lobo. Nuestras madres y abuelas ancianas tienen miedo y permanecen cerca de las casas y no se atreven a salir de noche ni para cruzar el patio; nuestros perros desaparecen y aparecen completamente comidos hasta los huesos, o no vuelven a aparecer; nuestras vacas son comidas vivas y sufren una agonía espantosa hasta que el veterinario viene a ponerles la misericordiosa inyección; caballos, ovejas, gatos,… los ataques no cesan. Los vecinos desde Castropol hasta Navia comparten fotos de los restos de los animales, día sí, y día también. Y se va a poner peor, pues las nuevas camadas ya están creciendo en el monte.

Los lobos pasean en manadas por delante de nuestras casas. Son listos y han aprendido rápido que están a salvo de cualquier ataque como antes. Hay organismos oficiales del Principado de Asturias que incluso encargan a personal de empresas que les dé de comer, lo cual en realidad empeora la situación, pues el lobo no para de matar aunque esté saciado, mata por placer y con auténtica crueldad, es su naturaleza.

Al no controlar el crecimiento de esta peligrosa especie, se está además rompiendo el equilibrio natural del ecosistema. Ya no quedan corzos en nuestros montes, han acabado con todos. También están reduciendo de forma alarmante la población de pequeños roedores, zorros e incluso jabalíes. Esto implica un desequilibrio muy peligroso en la naturaleza que vamos a pagar todos.

Los ganaderos tenemos que mantener ahora a nuestras vacas, a nuestras gallinas, a todo nuestro ganado que antes pacía feliz en los prados, encerrado de forma permanente. En la granja-escuela de Castropol se comieron todas las ovejas. Varios perritos pequeños a la entrada de la casas aparecieron comidos hasta los huesos para desolación de sus propietarios. En fin, la situación de miedo que se vive en el noroccidente (y suponemos que en el resto de zonas rurales de Asturias) no es normal, sino propia de una película de terror. Por eso les enviamos este escrito a los medios de comunicación, en la esperanza de que se sirvan transmitirlo y denunciar lo que está pasando, a causa de unos políticos ineptos que en su vida han salido de la ciudad.

Les adjuntamos 2 fotos de ejemplo: una vaca comida viva en el municipio de Castropol, y que aún agonizaba cuando la encontraron; y un perro mastín del que solo dejaron la cabeza, por la zona de Coaña.