La Generalitat insta a los ayuntamientos para que entierren a las personas de religión musulmana por la falta de parcelas para la inhumación islámica. Estas comunidades acostumbraban a repatriar a los cadáveres pero al cerrar Marruecos las fronteras por coronavirus los entierros se deben hacer en cada cementerio municipal. Por eso la Dirección General de Asuntos Religiosos media entre las comunidades islámicas que hay en Cataluña y los ayuntamientos para que el sepelio sea en estos camposantos sin posibilidad de repatriar después el cuerpo, ya que el coronavirus no permite embalsamarlos por el riesgo de contagio.