Los hay de izquierdas, de derechas, y sin credo político definido. No les importa para juntarse y defender sus ideas. Es algo sorprendente y que causa mucha envidia a Pablo Iglesias y sus destrozalotodo de Podemos, que ven como sus consignas revolucionarias se agotan por estériles y destructoras.
La juventud española, en cambio, tanto dentro como fuera de Cataluña, en todo el país, ha encontrado en los valores patrióticos tradicionales de España (bandera, himno, unidad, Constitución…) una causa que sí vale la pena defender. Adolescentes y jóvenes que se han coordinado de forma espontánea entre ellos a través del Whatsapp y otras redes sociales para lanzarse a la calle en todo el país y reclamar los valores de sus mayores.
Algo impensable hace pocos meses se ha vuelto una realidad hoy: España cuenta con una nueva generación de españoles patrióticos que no se avergüenzan de su patria y que se ha desprendido del supuesto estigma de que la defensa de su país implica ser ‘fascista’.