Este post está dedicado a una ex-compañera de trabajo (y amiga) que se ha ido a trabajar a Dubai. A los pocos días nos envió una foto en la que iba a ver a un cliente en el coche de empresa: un Lamborghini. Cuando dejamos de fortarnos los ojos investigamos un poco y descubrimos algunos excesos de ese pequeño país del Golfo Pérsico. Sin entrar en su arquitectura faraónica, sino en temas de consumo, encontramos estos «pequeños» excesos.
Papá necesito un poco de oro, voy al cajero
Me pareció ver un lindo gatito
Si mi teléfono no es de oro no lo quiero
Enseñemos a los más pequeños a usar las tarjetas
El típico atasco de lunes por la mañanan
¿De oro? Qué vulgar, yo lo…
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