• El operativo se realizó a instancia de la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras, organizadora de las pruebas de Gestor de Transportes de Mercancías y de Transportes de Viajeros
• Supuestamente, los examinados pagaban alrededor de 5.000 euros para que les transmitieran las respuestas desde fuera del examen
• Los agentes autonómicos intervinieron 25 equipos de radiotransmisión, con sus correspondientes “pinganillos”, y quince mil euros en efectivo
• Los hechos fueron puestos en conocimiento del Juzgado de Instrucción de guardia de Santiago, al que se remitió todo el material incautado

Santiago, 23 de octubre de 2013.- Agentes de la Sección de Investigación de la Policía Autonómica en Santiago acaban de informar de un operativo en el que se frenó un supuesto fraude para superar una prueba de la Xunta de Galicia para la obtención de los títulos de Gestor de Transportes de Mercancías y de Transportes de Viajeros.

Concretamente, se trataba de un grupo de personas que, a cambio de alrededor de unos 5.000 euros, facilitaban las respuestas por equipos de transmisión a los examinados que se encontraban dentro del examen. La actuación tuvo lugar el pasado sábado, 19 de octubre, en el Pazo de Congresos de Galicia, en Santiago, y se realizó por petición de la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras, organizadora de las pruebas.

Como resultado de este operativo, se localizaron doce personas que acudieron a hacer el examen  equipados con transmisores y aparatos de escucha; y cuatro individuos que emitían las respuestas correctas desde coches en el exterior del recinto. Asimismo, se intervinieron 25 equipos de radiotransmisión con sus correspondientes “pinganillos” y quince mil euros en efectivo, previsiblemente de los cobros.

El modus operandi consistía en captar opositores, a los que se cobraba 1.000 euros de inscripción a cambio de facilitarle las respuestas del examen. Posteriormente, el día de la prueba, si les facilitaba un “pinganillo”, casi indetectable, y un transmisor, que se disimulaba debajo del atuendo, a cambio de 4.000 euros más. El día del examen, uno de los organizadores infiltrado entre los examinados se encargaba de sacar modelos de la prueba al exterior, donde los organizadores del fraude -conocedores de la materia- transmitirían las respuestas correctas.

El material incautado, tanto los sistemas de comunicación como el dinero, fueron remitidos al Juzgado de Instrucción de guardia de Santiago de Compostela.