
La reivindicación de un proyecto político bien articulado formulada por José María Aznar ha venido urgido por dos circunstancias de muy hondo calado: por una parte, las profundas fisuras del sistema que amenazan su estabilidad (crisis de los partidos, de la Jefatura del Estado, del modelo territorial), y por otra, la quiebra de la vertebración social (empobrecimiento de las clases medias, vulnerabilidad y exclusión creciente de las más modestas en un contexto de recesión económica y devaluación general de las rentas laborales y de capital).
Hasta el momento, el Estado se apoyaba en una amplia base social que la crisis ha ido restringiendo cuantitativa y cualitativamente, perdiendo así solidez y credibilidad.La izquierda -concretamente el PSOE- ha entrado en una dinámica de dilución y ruptura interna y la derecha -el PP- está enajenando su crédito por la deslealtad hacia sus propias pautas ideológicas y programáticas y por las…
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