Unión, Progreso y Democracia (UPyD) e Izquierda Unida-Los Verdes son, por este orden, los grandes perjudicados por el sistema electoral español basado en la llamada ley D’Hondt, la fórmula matemática que atribuye los escaños en proporción a los votos conseguidos por las candidaturas en cada una de las 52 circunscripciones electorales y no en el conjunto del país.
¿Es tan difícil cambiar el sistema para que realmente refleje un sencillo principio: una persona, un voto? Lo es cuando al bipartidismo (PPSOE) no le interesa, porque tal y como está les favorece un montón. Entonces, para qué cambiarlo.
Cada uno de los cinco escaños de UPyD ha costado 228.048 votos. En el caso de IU, cada uno de sus 11 parlamentarios lleva detrás el voto de 152.800 personas.
Pero en cambio los chollos electorales se los han llevado Amaiur y de Geroa Bai (la antigua Nafarroa Bai), gracias a la concentración de sus votantes en el País Vasco y Navarra. En el caso de la coalición abertzale, tras cada uno de sus siete parlamentarios van 47.661 votantes, mientras que en la antigua Nafarroa Bai les ha salido más barato: su líder, Uxue Barkos, repetirá asiento en el Congreso con únicamente el apoyo de 42.411 electores.
Como grandes perjudicados que son, tanto UPyD como IU reclaman un cambio en la ley electoral que garantice la proporcionalidad en el reparto de escaños y la igualdad en el valor de todos los votos.
Rosa Díez ha convertido casi en un mantra su denuncia de la normativa electoral. Pese a haber conseguido casi 126.000 votos más que CiU, los nacionalistas catalanes contarán con 16 diputados en el próximo Congreso, mientras que UPyD se tendrá que conformar con cinco y ni tan siquiera (al menos de momento) podrán formar grupo propio (dado que no ha llegado al 5% de votos requeridos). DE PENA Y DOLOR.
Cayo Lara, cuyo partido IU es el segundo más perjudicado por la ley electoral basada en la circunscripción provincial, recordó ayer que si la elección parlamentaria fuera proporcional al número de votos y no por circunscripciones, IU tendría 25 parlamentarios. «Nos están robando 14 escaños», llegó a denunciar.
Pero no sólo los partidos regionalistas son los grandes beneficiados por el vigente sistema basado en 52 circunscripciones. Los grandes también salen bien parados. De hecho, al PP le cuesta 58.229 votos cada diputado y al PSOE algo más: 63.398.
Si el Parlamento entrante se creara a partir de un sistema sin circunscripciones electorales, el PP no habría obtenido la mayoría absoluta: se habría quedado con 160 escaños, 26 menos de los alcanzados ahora.
El PSOE, por su parte, habría perforado aún más su suelo electoral, quedándose en 103, siete menos de los logrados en las urnas.
A CONTINUACIÓN, SI HUBIERA UNA LEY ELECTORAL JUSTA, UNA PERSONA, UN VOTO, INDEPENDIENTEMENTE DE DÓNDE VOTE, ASÍ TENDRÍA QUE HABRER QUEDADO EL REPARTO DE ESCAÑOS EN EL CONGRESO
PP -10.830. 693 votos – 158 escaños
PSOE- 6.973. 880 votos -102 escaños
CIU – 1.014.263 votos – 15 escaños
IU-LV – 1.680.810 votos – 25 escaños
AMAIUR- 333.628 votos – 5 escaños
UPyD – 1.140.242 votos – 17 escaños
EAJ-PNV- 323.517 votos- 5 escaños
ERC – 256.393 votos – 4 escaños
BNG – 183.279 votos -3 escaños
EQUO – 215.776 votos – 3 escaños
CC-NC-PNC- 143.550 votos -2 escaños
Compromís-Q – 125.150 votos – 2 escaños
FAC – 1 ESCAÑO
GBAI -1 ESCAÑO
PACMA -1 ESCAÑO
EB – 1 ESCAÑO
PA -1 ESCAÑO
PxC- 1 ESCAÑO
P. R. C. -1 ESCAÑO