Foro Asturias, el partido en el gobierno del Principado de Asturias, últimamente va a polémica por día, dejando a su paso una estela de protestas y reclamaciones, mientras crecen las voces que le acusan de poca o ninguna actividad real. Además ha sufrido un ataque en su campaña electoral adelantada: una de las vallas que ha colocado en distintos puntos del Principado de Asturias el partido político Foro Asturias ha sido objeto de un acto vandálico, y su protagonista, Francisco Álvarez-Cascos, se ha visto caracterizado como Adolf Hitler a través de unas pintadas. Le han dibujado un bigote como el del dictador y han colocado a su lado una esvástica nazi. La valla está situada en Celorio, en el concejo de Llanes.

La última muestra del ‘peculiar’ estilo de Foro en el gobierno la ha sufrido la alcaldesa de Avilés, Pilar Varela, quien ha expresado su «enfado» por la convocatoria «por sorpresa» de una reunión del patronato de la Fundación Centro Niemeyer, a instancias del Principado, que podría plantear a su juicio algunos «defectos legales» que los servicios jurídicos del Ayuntamiento están analizando.

La sorprendente historia comienza cuando Pilar Varela recibe a primera hora de la mañana del miércoles 7 de septiembre una convocatoria del consejero de Cultura, Emilio Marcos Vallaure, para una reunión del patronato de la Fundación Centro Cultural Internacional Oscar Niemeyer el viernes 9 de septiembre.

El consejero indica en la misiva que ha sido nombrado representante del Gobierno regional en el patronato y que «dado que el puesto del presidente está vacante, se considera en la responsabilidad de proponer la reunión». Pero resulta que, según recordó la alcaldesa, la Fundación sí tiene presidente: se llama Manolo Díaz y fue elegido por unanimidad. Tiene además una vicepresidenta, que es la propia Pila Varela. Así que según el punto de vista de la regidora, debería ser Manolo Díaz quien convocara las reuniones o, en su defecto, ella misma.

Ante la sorprendente iniciativa tomada por el consejero de Cultura, que en opinión de Varela no le corresponde tomar, la alcaldesa trató de contactar con Marcos Vallaure al menos tres veces. Pero como ya llevan notando cada vez más personas con la entrada del nuevo gobierno de Foro, le resultó imposible. La alcaldesa quería proponer al consejero que convirtiese la convocatoria en una reunión informal para no saltarse los cauces estatutarios establecidos en la Fundación.

Indignada primero por la presunta usurpación de funciones del consejero de Cultura, y después porque no le contestaba al teléfono, Varela reunió a la junta de portavoces del ayuntamiento avilesino para expresar su «enfado» con el modo en que el Gobierno de Asturias «se está relacionando con esta ciudad y en torno a un proyecto vital como es el Niemeyer», indicando que «no son maneras, ni demuestra respeto» la forma en que se está conduciendo la formación de Francisco Álvarez-Cascos. En sus quejas ha logrado el apoyo de las formaciones avilesinas del PP e IU.

La alcaldesa dijo sentir haber vuelto a la época en la que el presidente del Principado, Álvarez-Cascos, era ministro de Fomento, «de no diálogo y de actuar así».