Un estudio realizado por la Federación de Ayuda a la Drogadicción (FAD) y la Obra Social de Caja Madrid revela que los padres españoles con hijos adolescentes creen que sus descendientes tendrán menos oportunidades sociales y económicas que su propia generación, y están convencidos de que en el futuro contarán con menos protección social de la que ellos han tenido. Por esta razón, los progenitores consideran que sus vástagos deben espabilarse y tener un papel más activo en la salida de la crisis, puesto que los ven sobreprotegidos e infantilizados.
El 60% de los encuestados creen que la crisis influirá de forma negativa en el futuro económico y el 53% consideran que el nivel de protección social del Estado del bienestar se verá perjudicado. Es más, el 75% de la población piensa que dentro de un año la situación económica será igual (39%) o peor (36%).
España, según considera la FAD, tendrá mayores dificultades para salir de la crisis, en comparación con el resto de los países europeos. Ante el panorama desalentador, los adultos consideran que los jóvenes están demasiado anestesiados y comienzan a reclamarles una reacción a sus hijos.
Los dos períodos de tiempo en que se llevó a cabo la investigación muestran una clara evolución respecto a lo que los padres pensaban de sus hijos. Antes de la crisis se defendía la idea de que hay que protegerlos para que estudien y darles todo tipo de facilidades. Pero a partir de mayo del 2010, tras conocerse las reformas que venían, se detecta un cambio en esta percepción de la situación y se reclama a la juventud que despierte y luche por abrirse camino.
Según el estudio, la crisis de confianza en el Estado del bienestar y en la protección social ha provocado un aumento de posturas individualistas y ha exacerbado la conciencia de que el propio bienestar depende en gran medida de uno mismo.
(Fuente: LVG)