En los días del “alzamiento” decía la retoucherie Susana Díaz que ella se ofrecía a coser el partido, tras el costurón provocado por unos y otros –si bien para ella no había bandos- en el Comité Federal de infausto recuerdo. Y el atelier socialista se puso manos a la obra y nombró a una Gestora, cuyas funciones no están muy claras, pero que debe conducir al partido a la celebración de un Congreso Extraordinario y una Primarias que elijan el futuro Secretario General y candidato a la Presidencia del Gobierno.

Más de un mes después, el traje del PSOE no solo sigue hecho jirones, sino que entre unos y otros (los bandos, que existen) se empeñan en descoserlo aún más y la ciudadanía le hace ver que no está dispuesta a salir a la calle con semejante vestimenta (encuesta del CIS) y le hace caer en intención de voto a los bajos fondos hastiada detejemanejes internos.

Y en esas seguimos, esperando que la Gestora se decida a anunciar la celebración del anhelado Congreso, porque ¿ya hay Gobierno, verdad? Entonces, a qué se espera, cuánto tiempo ha de pasar para que se celebre. Se me ocurren algunas maldades, estoy “seguro” del todo inciertas…

Quizás se espera a que pase el tiempo, y pase y pase…y el de nuevo postulado a SG Pedro Sánchez vaya cayendo en el olvido, fluyendo al remanso de paz de unas aguas estancadas y malolientes, o se espera a comprobar en su “vuelta automovilística a España” su verdadero tirón entre la militancia y la fuerza con la que concurriría a unas elecciones Primarias para oponer uno o más candidatos en función de las posibilidades de victoria.

La retoucherie Susana, que no da puntada sin hilo, no se enfrentará cara a cara so pena de tener clara su elección y siempre ante un escenario mucho más positivo y en alza para el PSOE que le pueda otorgar opciones reales de optar a la presidencia del gobierno. Como ha demostrado, intentará evitar quemarse en batallas que no le den opciones de ganar la guerra.

Si la foto fija es similar a la actual, desde el aparato se buscará oponer a Sánchez alguien de la cuerda de Susana y alguien que haya salido lo más indemne posible de las iras de la militancia y que pueda dividir el voto de los desencantados con la gestión del CF y la investidura. Quizás el tiempo de espera dure lo suficiente para “formar” y foguear a ese Tancredo político al servicio de personalismos de quien quiere un PSOE autónomo y sin personalismos….¿?

O puede que se espere a que se presenten los nuevos presupuestos generales, y comprobar el posicionamiento de otros partidos (Mariano dame menos leña y más grano) que puedan evitar otro bochorno a las filas socialistas. Con la aprobación por parte del PNV, el PSOE podría seguir haciendo el paripé de la dura oposición, y el PP se aseguraría 2 años de legislatura. Y en ese crujir a Rajoy, Madina dixit, habría que tener mucho cuidado de no enfadarlo mucho, no vaya a ser que le de por convocar elecciones ante el riesgo de ver como se echan para atrás en el Congreso sus leyes estrella, y nos volvamos a encontrar ante las aterradoras terceras elecciones (que ya serían primeras, porque hemos cambiado de legislatura), que es lo que no quería nadie, pero que igual alguno ya va queriendo…

Pero los zurcidos y los remiendos al PSOE, en este tiempo entre costuras, han dejado de tener sentido. El costurón es tan grande que ya no vale con una aguja y un dedal y cuatro puntadas que tapen el desgarro interno, el PSOE necesita un diseñador fiable y un vestido nuevo. Un nuevo vestido con el que seducir al electorado, un vestido valiente y atrevido que se adapte a la nueva coyuntura política y social. Un vestido donde se incluyan las políticas sociales y económicas que velen de verdad por las clases más desfavorecidas. Un vestido de presente, actual, que sea capaz de plantear una reforma constitucional –la actual Constitución no ha sido votada por los menores de 55 años– y poder adecuarla a la nueva realidad social. (Senado, elección de miembros del TC y del TS, Estado de las autonomías…) Incluso un vestido de futuro, en un PSOE que se dice Republicano, debe plantear sin miedo, sin prisa pero sin pausa, la reforma del Título II, y un PSOE que se dice Federalista debe plantear la reforma del Título VIII, reconociendo singularidades en un espacio común.

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El tiempo entre costuras | De auditu