Hay semanas tranquilas, con «tan solo» una llamada del 112, y otras ajetreadas, con hasta tres o cuatro percances con animales implicados en distintos viales de Ortegal o As Pontes. La agrupación pontesa de voluntarios de Protección Civil constata la gravedad del problema, tanto en la carretera que va a Pontedeume, por las continuas incursiones de jabalíes en la calzada, como en la AC-101, que enlaza con Ortigueira, por la existencia de varios rebaños de vacas y caballos que se mueven sin control por los montes. «Hasta ahora no ha habido ninguna desgracia personal, pero puede ocurrir fácilmente», advierte Juan Sanmartín, vicepresidente de la agrupación.

Jaime Villar, responsable del Grupo de Emerxencias Supramunicipal (GES) de Ortigueira, cifra en cerca de 80 las intervenciones realizadas durante el año 2015 con animales involucrados en distintas vías de su área de influencia. «La media se sitúa por encima de una salida a la semana», constata. La proliferación de jabalíes resulta difícil de controlar, porque sortean vallas y alambradas con relativa facilidad.

«Si voy a Pontedeume, desde el polígono hasta pasar Goente no paso de 60 o 70 kilómetros por hora, sobre todo si es de noche, porque no tienes visibilidad y es muy fácil que se te cruce uno o una manada», comenta Sanmartín. En este tramo de la vía existe una zona de paso de estos mamíferos, que comunica con la escombrera de la mina pontesa.

En el caso de la AC-101, el mayor peligro proviene de vacas y caballos. «Claro que teñen dono, todos teñen dono», reconoce un vecino. Pero, «cuando se produce un accidente nadie se hace responsable», lamenta Sanmartín. «Los propietarios de los terrenos, si quieren tener reses, que los preparen y los cierren bien, porque así son un peligro», añade.

Luis, vecino de Ortigueira, se encuentra «día sí, día también» con más de una incómoda sorpresa a la salida de alguna curva, en el entorno del monte Caxado. «Cuando no los ves pastando en las orillas de la carretera te los encuentras ya cruzándola, uno detrás de otro, o incluso alguna vaca parada en el medio», cuenta. De día el riesgo parece menor, aunque la situación se complica en función de las condiciones meteorológicas; y por la noche «muchas veces no te das cuenta hasta que ya estás casi encima». Quienes circulan habitualmente por este vial suelen mantenerse alerta «porque xa estamos habituados, o peor é para a xente de fóra», advierte otro conductor.

Fuente La Voz de Galicia