Foto: ciudadanosenlared.blogspot.com
No hubo temblor de tierra ni tsunami. Pero finalmente se produjo el encuentro más esperado en la escena política asturiana, el del presidente del Principado, Francisco Álvarez-Cascos, y el alcalde de Oviedo, Gabino de Lorenzo. El escenario, como miembros del jurado del Premio Príncipe de Asturias de la Concordia, que se falla el 7 de septiembre en la capital asturiana. Pese al título del premio, mucha concordia no hay, aunque sí educación y saludos protocolarios. Tampoco era cuestión de morderse, como seguro que le apeteció a alguno. O a los dos.
Ni saltaron chispas ni hubo silencios. Ambos se portaron como lo que son, políticos veteranos de muchas lides y batallas. De Lorenzo y Cascos, se han saludado y dado la mano en el patio del Hotel de la Reconquista de Oviedo, en presencia del presidente de la Fundación Príncipe de Asturias, Matías Rodríguez Inciarte.
Previamente, De Lorenzo había anticipado que, aunque hoy sería la primera vez que se iban a ver desde los comicios autonómicos, no iba a ser el momento adecuado, «ni muchísimo menos», de trasladar demandas municipales al presidente del Principado. Menos aún después de que De Lorenzo fuese la ausencia más detacada en la investidura de Cascos al frente del Principado.
Si a eso añadimos que De Lorenzo lideró la oposición en Asturias a que Francisco Álvarez-Cascos fuese el candidato del PP a la presidencia del Principado, y seleccionó en cambio a su edil favorita, Isabel Pérez-Espinosa…
Pues es casi normal que Álvarez-Cascos, que en su calidad de vicepresidente de la Fundación Príncipe preside el jurado del Premio de la Concordia, no quisiera ni comentar el encuentro.
Entre los que se estrenaban en este jurado se encontraba también el presidente de Bankia, Rodrigo Rato, que compartió tareas de Gobierno con Álvarez-Cascos en los gobiernos de José María Aznar, y la presidenta de Omega Capital, Alicia Koplowitz.
Una reunión de altos vuelos con suspense incluido entre Cascos y De Lorenzo. No faltó de nada. Casi que a quien den el premio es lo de menos.
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