Los casos de coágulos de sangre misteriosos que se encuentran en los cuerpos de las personas vacunadas se están disparando.

En un video publicado por el canal The Prisoner en  Brighteon.com , el embalsamador Richard Hirschman habló sobre la presencia del misterioso coágulo en el 65 por ciento de las muertes que ha manejado.

“Probablemente fue alrededor de mayo o junio del año pasado cuando comencé a notar que se me formaban coágulos en las arterias. Me están saliendo coágulos realmente extraños y largos que se mantienen unidos y tienen algo de fuerza. Son firmes, no son los típicos coágulos que se desmoronan cuando te aferras a ellos. Y ahí es donde pensé que algo es diferente. Algo no esta bien.»

Los coágulos no son los típicos. Están compuestos por estructuras elásticas largas y fibrosas que se ven mejor una vez que se enjuagan con agua. Hirschman dijo: “Por lo general, un coágulo de sangre es suave. Es sangre que se coagula, pero cuando la aprietas, o la tocas, o tratas de recogerla, generalmente se deshace. Casi puedes apretarlo entre tus dedos y casi hacer que vuelva a sangrar. Pero este material fibroso blanco es bastante fuerte, no es débil en absoluto”.

Hirschman dijo que otros embalsamadores tampoco habían visto estos coágulos antes. Sin embargo, notaron la presencia de los coágulos después de que se les informara sobre ellos. Si bien es difícil precisar exactamente cuándo aparecieron estos coágulos, Hirschman dijo que notaron un aumento en la coagulación en los últimos meses. (Relacionado:  Misteriosos coágulos blancos encontrados en personas fallecidas vacunadas ).

Dijo que no está seguro de si los coágulos fueron causados ​​por la vacuna, aunque su instinto le dice que sí. Si está relacionado con la vacuna, espere que muera una gran cantidad de personas en el futuro, ya que no pueden vivir con este tipo de sustancia en sus vasos. “Si uno de estos pequeños tejidos fibrosos llega al cerebro, van a sufrir un derrame cerebral. Si entra en su corazón, lo llevará a un ataque al corazón”, dijo Hirschman.

Según Hirschman, alrededor de 15 embalsamadores le dijeron que también vieron los coágulos.

Las vacunas COVID matan a números masivos

Hirschman dijo que nunca ha visto estos coágulos misteriosos en los 20 años que ha trabajado como embalsamador. Sin embargo, admite que pueden haber estado allí desde enero de 2021. También dijo que, en lo que a él respecta, no ha habido ningún caso de coágulos en personas no vacunadas, excepto en uno que recibió una transfusión.

Sus compañeros se negaron a hablar públicamente sobre el asunto. Mientras tanto, los principales medios de comunicación y la comunidad médica ignoran estos hallazgos. (Relacionado:  Embalsamador informa haber encontrado coágulos de sangre largos y fibrosos en personas fallecidas que recibieron la vacuna COVID-19 ).

No hay otra explicación para la presencia de estos coágulos aparte de que provienen de un nuevo producto inyectable utilizado en 2021, que puede provocar coágulos de sangre. Solo una cosa encaja a la perfección: las vacunas COVID.

La mayoría de los coágulos, si no todos, se encontraron en los cuerpos de los vacunados, lo que sugiere que las vacunas están causando muertes a un ritmo mayor de lo esperado a pesar de que se promocionan como «seguras y efectivas».

Lo que hace que los datos de Hirschman sean explosivos es que establece una proporción relativa de personas afectadas , que puede usarse para establecer una tasa absoluta de muerte. Si bien los números no son definitivos, permite el registro de datos.

Si las muertes causadas por la vacuna representan el 40 por ciento de todas las muertes (menos de la tasa del 65 por ciento que está viendo Hirschman), podría ascender a 26,000 personas a la semana muertas por la vacuna , si  se comparan los datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. creía. Según los CDC, hay alrededor de 65.000 muertes por semana.

Hirschman comenzó a notar los coágulos alrededor de mayo o junio de 2021. En las 26 semanas posteriores, habría habido alrededor de 676,000 muertes relacionadas con la vacuna de las que los CDC se negaron a hablar.

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