Las cifras de nuevos contagios en Andalucía han vuelto a caer, por segundo día consecutivo, tras registrarse 2.363 nuevos positivos en las últimas 24 horas, pero la presión en los hospitales no sólo no cae, sino que sigue subiendo y es cada vez más difícil de soportar. El último recuento facilitado por la Consejería de Salud y Familias cifra en 3.121 los pacientes de Covid-19 que están ingresados en estos momentos, de los que 408 se encuentran en las UCI. Son cifras nunca antes alcanzadas después de que en la última jornada hayan llegado a los hospitales otros 258 enfermos, de los que 19, por su gravedad, han tenido que ser derivados a las UCI.
Con estos datos en la mano, y sobre todo teniendo en cuenta el ritmo descontrolado de la pandemia, el Gobierno andaluz se ha visto forzado a adoptar una decisión que da idea de la magnitud de la emergencia sanitaria: suspender las consultas e intervenciones quirúrgicas no urgentes en toda la red hospitalaria del Servicio Andaluz de Salud (SAS), algo que ya se hizo en la primera oleada de la pandemia y ante la imposibilidad material de absorber la demanda provocada por los contagios del coronavirus.