Después de saber que el siempre peligroso y tenebroso Felipe González estuvo conspirando e informando puntualmente al PP y al gobierno de Rajoy de sus maniobras desestabilizadoras (que concluyeron con el nefasto comité federal del PSOE) en donde ha quedado más que claro quien manda en este desgraciado país, es hora de dar una nueva vuelta de tuerca a este contubernio claramente fascistoide.

Por ello no sería de extrañar que a estas alturas el PP y el PSOE estuvieran preparando ya en la clandestinidad un congreso conjunto en el que se refrendara dentro de unos meses la fusión de ambas formaciones para presentar el nuevo «Partido Popular Socialista Español», nombre que tiene la ventaja de poseer fuertes y saludables reminiscencias a ese orden tan ansiado por muchos españoles de bien.

Y si en ese congreso se celebrara además una boda religiosa con todo el boato entre Mariano Rajoy y Susana Díaz, en donde Felipe González participara como padrino llevando a la novia al altar ¡miel sobre hojuelas!

Así que ya sólo nos queda por gritar con voz varonil y el pecho henchido de orgullo fascio: ¡Arriba España! y vuelta así otra vez a la placidez del franquismo.