Fue con motivo de la visita que realizamos los alumnos de primero de Guías, Información Turística y Agencias (módulos de formación

profesional) a la Cámara Santa de la Catedral de Oviedo, cuando descubrí el valor de sus reliquias, entre las que se encuentra el Santo Sudario. Por eso quiero contaros su no tan conocido origen. Unas reliquias muy viajeras que acabaron siendo mis vecinas, pues se escondieron en Morcín, en la montaña del Monsacro antes de instalarse definitivamente en la Catedral de Oviedo en el año 1075.

Corría el año 614 después de Cristo, y los Apóstoles vieron cómo las tropas persas del Rey Cosroes II avanzaban sobre Jerusalén. Aquellos hombres y mujeres guardaban y veneraban algunos objetos, reliquias de los primeros seguidores de Cristo, del propio Jesús y la Virgen. Lo escondieron en un arca de madera y abandonaron la ciudad rumbo a Egipto. Hoy, según el relato…