Al tiempo, Juárez refirió el índice estadístico de hora de inicio de los fuegos de este año para poner de manifiesto el incremento de fuegos nocturnos respeto del 2010. Fuegos –añadió–que “son si cabe más peligrosos, ya que se dificulta la extinción y se incrementan los riesgos para las personas”. Así, según indicó, los índices de fuegos nocturnos son un indicativo aceptado del nivel de intencionalidad, “habida cuenta de que por la noche resulta poco probable un incendio fortuíto”, sentenció. De hecho, explicó, en el mes de abril casi el 40% de los fuegos forestales registrados en Galicia fueron nocturnos, en septiembre el 38%, y en agosto el 35%.

En este mismo sentido, el conselleiro recordó que, en lo que se refiere a las causas de los incendios, “desgraciadamente no se aprecia mucha variación respecto de lo que viene siendo la tónica habitual, con un elevado porcentaje de fuegos provocados, ya sea con intencionalidad o como consecuencia de descuidos”. Refirió así “ejemplos claros de actitudes antisociales, como los fuegos que afectaron al ayuntamiento de Ourense, en la parroquia de Vilar de Astrés, en un área que registra reiterados incendios desde hace ya varios años. Una zona poblada donde se generan situaciones de peligro para los bienes y las personas, y donde claramente se busca generar alarma social”.

Pormenores del año
Como ya viene siendo habitual, Juárez comparece en el Parlamento cuando está a punto de finalizar oficialmente la campaña de alto riesgo de incendios (finaliza el 30 de septiembre), para informar sobre los pormenores que rodearon la campaña y la precampaña. Así, hasta el día de hoy, explicó el conselleiro, en Galicia se registraron 4.365 fuegos forestales que afectaron a 4.148 hectáreas de arborado y la 8.554 hectáreas de vegetación rasa; es decir, a un total de 12.702 hectáreas, mientras en el año 2010 en estas mismas fechas habían ardido 13.976 hectáreas. Así, añadió, el promedio de los diez últimos años se sitúa en 26.700 Ha, por lo que el 2011 está en menos de la mitad de esa cifra, “concretamente, en el 47% del promedio”.

En cuanto a la distribución de los fuegos en el territorio, como viene siendo habitual la mayor incidencia se da en el sur de la Comunidad. Ourense y Pontevedra suman el 65% de los fuegos y el 74% de la superficie quemada. En concreto, la distribución de la superficie por provincias es la siguiente: Ourense: 7.359 Ha, Pontevedra: 2.113 Ha, A Coruña: 1.951 Ha y Lugo: 1.278 Ha.

Se descendemos al nivel de los distritos forestales, en los que se produjo un mayor número de fuegos fueron, por esta orden, Verín-Viana (con el 11% de los fuegos y el 15% de la superficie); Condado-Paradanta (7% de los fuegos y 5,3% de la superficie) y Miño-Arnoia (también con el 7% de los fuegos y el 5,1% de la superficie). El distrito menos afectado fue, una vez más, la Marina luguesa con menos del 0,47% de los fuegos y el 0,11% de la superficie. En cuanto a la comparación con años anteriores, se observa un incremento este año en el número de fuegos en los distritos de Verín-Viana, Miño- Arnoia y Deza- Tabeirós, aunque no se trata de oscilaciones muy significativas.

Para enmarcar este balance, Samuel Juárez recordó las especiales condiciones climatológicas que rodearon la campaña y la precampaña, significativamente en los meses de abril a junio, con altas temperaturas, ausencia de precipitaciones y vientos del noreste. Un 2011, añadió, “en el que el período de tiempo favorable para los fuegos ha sido, hasta ahora, muy prolongado; prácticamente desde el principio del mes de abril hasta el día de hoy”. En definitiva, un ejercicio que definió como “atípico en la distribución de los fuegos”, teniendo la primavera más seca de los últimos 50 años, “con temperaturas anormalmente elevadas sobre todo en los meses de abril y junio, y un verano marcado por la ausencia de precipitaciones”, con grandes variaciones geográficas, principalmente en Ourense y en todo el sur de la Comunidad, donde las temperaturas estuvieron más cerca de los valores habituales, y en el norte fueron más bajas del habitual.

Objetivos PLADIGA
El cumplimiento de todos y cada uno de los objetivos marcados por el Plan de Prevención y Defensa contra los Incendios Forestales de Galicia (PLADIGA) en lo que va de 2011 fue también detallado en la intervención de Samuel Juárez. El citado plan establece una serie de parámetros a conseguir, y que sirven para evaluar el desarrollo de la campaña y la eficacia de los medios de extinción. En este rato el conselleiro volvió a recordar el decisivo papel del dispositivo de extinción y su satisfactorio comportamiento a la hora de conseguir los objetivos Pladiga, “algo que agradezco a los millares de profesionales que lo forman”.

El conselleiro inició la explicación de los objetivos cumplidos hasta ahora destacando el hecho de que no se produjo en Galicia ningún fuego catalogable cómo Gran Incendio Forestal (GIF) [denominándose así aquellos que superan las 500 hectáreas]. De seguir así, prosiguió, “en esta última década el presente año sería el único en el que no se registró ningún GIF”. Además se cumplieron en esta campaña otros objetivos del PLADIGA, como son que la superficie media por fuego no supere las 3 Ha, y que la superficie arbolada por fuego en el sea de más de 1 Ha. Son valores exigentes, remarcó Juárez, ya que los promedios de los diez últimos años superan ambos registros. Asimismo, recordó que también se cumplen todos los demás objetivos de control: Mantener el número de fuegos mayores de 25 Ha por debajo del 2% del total; mantener el porcentaje de fuegos menores de 1 Ha por encima del 70%; reducir el número de incendios por debajo del promedio de los últimos diez años y reducir la superficie queimada total respeto del promedio de la década”.

Medidas preventivas, nada excepcional
El conselleiro detalló algunas de las medidas preventivas tomadas en esta precampaña y campaña, coincidiendo con los momentos de mayor actividad delictiva incendiaria en Galicia, y aclarando que no representan nada excepcional ya que están contemplados en el propio PLADIGA.

Así, Juárez explicó que a lo largo de esta campaña se declaró el nivel 1 en cuatro ocasiones, de manera preventiva. La activación de este nivel, tal y como se define en el PLADIGA, se refiere a aquellos incendios que, pudiendo ser controlados con los propios medios de extinción, se prevé que, por su evolución, puedan necesitarse medidas adicionales para la protección de bienes que no son los propiamente forestales (carreteras, líneas férreas o eléctricas, edificaciones) que se puedan ver amenazados por el fuego. De tal manera que, cuando la evolución del fuego, o en algunas ocasiones incluso el humo puedan afectar a zonas pobladas o a bienes diferentes de los forestales, se decreta el nivel 1 como medida preventiva y para que las autoridades de protección civil puedan tomar las precauciones que consideren necesarias.

Esta medida preventiva se adoptó este año en cuatro ocasiones: el 24 de junio en el ayuntamiento ourensano de Maside, por afectar al humo a la visibilidad en la red ferroviaria; dos veces en el ayuntamiento de Ourense, en la parroquia de Vilar de Astrés (los días 12 y 16 de agosto); y el día 13 de agosto en Carballeda de Valdeorras.

En cuanto a la incorporación de la Unidad Militar de Emergencias (UME) a los efectivos de lucha contra el fuego (cómo se contempla también en el PLADIGA), esta se hizo efectiva durante 7 días en esta campaña y precampaña: La última semana de junio y en el mes de agosto en el incendio de Carballeda de Valdeorras. Finalmente Juárez aprovechó su comparecencia para agradecer también a los integrantes de esta unidad su trabajo y esfuerzo que, junto con las brigadas de la Consellería y los demás medios que trabajaron, hicieron posible extinguir todos y cada uno de este fuegos.