Aunque nunca está de más aprender algo nuevo, creo que no os sonará a chino el que os diga que soy gallego. En efecto: lo soy y es la pura verdad. Si, todavía, tengo la suerte de que me conozcáis un poco más profundamente, sabréis ante qué tipo de persona os halláis. Me gusta «hacerme notar». Si esta expresión la ligamos al eje central de este texto, que no es ni más ni menos que que soy gallego, procedo a contaros una pequeña anécdota.
Ayer, paseando por el puerto de Barcelona junto a dos bien queridas amigas, un camarero que, desafortunadamente, estaba limpiando una terraza con una manguera, provocó que el chorro pasara justo por delante de nuestros pies, con la consecuente (leve) mojadura. En una décima de segundo, pude darme cuenta de que no nos había visto porque se disponía a lanzar otro manguerazo, este quizás con más tino…
Ver la entrada original 261 palabras más
