Fuente: artículo publicado por Utopía Contagiosa en el periódico semanario Es Hora
Llama la atención la arbitrariedad de los partidos “con vocación de gobierno” para mantener la política de defensa fuera de la crítica y del debate público, pactando bajo cuerda una continuidad militarista que nos perjudica como sociedad y nos empobrece. Un ejemplo notorio es el planeamiento militar, donde se definen cosas tan importantes como qué queremos defender, qué queremos gastar, qué tipo de armas utilizar, qué metodologías se quieren desarrollar, así como las implicaciones políticas de todo ello. Este planeamiento ni siquiera es deliberado en el Parlamento ni sometido al debate y conocimiento de la opinión pública, sino que se hace de espaldas a todos y sin que nadie mueva una pestaña.
Otro ejemplo es el de los presupuestos militares. Habitualmente el gasto militar, con la plena complicidad de partido de gobierno y de su oposición, se esconde…
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