Me presento. Soy Robert Redford Socialista. Sí, ya lo sé. Soy un bombón. Pero hoy toca comentaros cómo Susana Díaz, la «sultana» del PSOE, quiere despojarnos de 137 años de Historia y otros tantos de izquierda, dignidad y vergüenza. Por eso mismo, muchos militantes y electores del partido (algunos con 35 años de militancia) se lo impediremos. Ni los medios de comunicación ni la «banda del desfiladero» podrán con el clamor popular de las bases contra la presidenta de la Junta de Andalucía.
Susana Díaz se ha saltado todas las vergüenzas de la izquierda que anida en nuestro partido por puro cainismo, por ambiciosa y, sobre todas las demás cosas, porque demuestra una ignorancia galopante. ¿En nombre de quién habla? Algunos dirán:»En nombre de Andalucía». Vale. De acuerdo. Ahora bien, le recuerdo a la «sultana» que en las últimas elecciones generales, en su feudo, se perdieron la mitad de los votos socialistas respecto al 20 de diciembre de 2015. Visto de otro modo: se podían haber llenado los campos de fútbol del Sánchez Pizjuán, que no Sánchez Castejón, y el Benito Villamarín, con todas las papeletas del PSOE de Andalucía perdidas en la playa de La Malagueta o en Cádiz. ¡Ole, ole y «viva er Beti manquepierda»! Así, pues, a la cola, Susana Díaz Pacheco. Ni una palabrita a Pedro Sánchez Castejón.
Mañana, Susana I de Triana y última de España ha convocado a los socialistas en Jaén. No ha escatimado medios. Tan es así, que, todos los funcionarios del partido, bien de Andalucía o de Aragón o de cualquier pueblo del país, han sido llamados a toque de corneta. Es decir, al estilo sargento chusquera. ¿Por qué? Muy fácil de explicar: no le quieren ya ni en Andalucía. Por entregar el Gobierno al Partido Popular, por «coaccionar» a la antigua ejecutiva del partido y por erigirse en la secretaria General del PSOE sin que la haya elegido nadie. En fin, Susana, ya sabrás de mí y de la «banda del desfiladero». Paul Newman, cuando le da al pimple canta por bulerías.
Robert Redford Socialista.
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