PESE A LOS AVANCES, EL PROBLEMA PERSISTE

Acceder a Internet en las zonas rurales de Galicia y Asturias

La población que vivía en alguno de los 230 ayuntamientos gallegos del rural a finales de 2014 sumaba 750.719 personas, una cifra que supone más de una cuarta parte (27,2%) del total de los habitantes de la comunidad. En Galicia hay 314 municipios. En los 228 ayuntamientos del agro se concentra ese tercio de ciudadanos que prefiere el campo a la ciudad.

En Asturias, el área central acoge a los tres concejos más poblados (Oviedo, Gijón y Avilés) que concentran más de la mitad del millón de habitantes que constituye la población asturiana (54,88%), en una superficie que suma apenas el 4% del suelo regional. Otros concejos como Siero, Langreo y Mieres aglutinan cada uno a cerca de 50.000 habitantes. Pero aún existen 300.000 habitantes, un tercio de la población total, que residen en las alas occidental y oriental, manifiestamente rurales y de población dispersa. Alrededor de 32.000 asturianos, el 3% de la población de la comunidad, siguen teniendo serias dificultades para acceder a Internet, según un estudio realizado en 2014 utilizando datos del Plan Avanza y del INE.

Afortunadamente, la evolución de la tecnología de acceso y los diversos planes públicos y privados posibilitan que la banda ancha llegue al campo, pero a costes aún elevados y con muchas dificultades de conexión. A finales del siglo XX muchas zonas rurales españolas estaban prácticamente excluidas de la sociedad digital. Los usuarios de dichas áreas que querían acceder a Internet sólo disponían del sistema conocido como TRAC (Telefonía Rural por Acceso Celular). Esta tecnología permitía el acceso mediante la línea de voz, con una velocidad de 56 Kbps y una enorme latencia en la navegación. En el año 2003, en plena migración a otros sistemas de conexión, todavía existían en España más de 230.000 clientes TRAC, principalmente en Galicia y Asturias. El Ministerio de Industria anunció que esperaba que el 98% de las poblaciones dispusiese de acceso a la Red a finales del año 2008.

Hoy en día se ha avanzado a paso de gigante en este terreno, pero las zonas rurales todavía tienen dificultades. Y sin embargo, el campo asturiano y gallego tiene una opción que para muchos de sus vecinos es aún desconocida: el 4G. No es una opción válida para todo el mundo, pero en muchos casos es posible o lo será pronto. La tecnología 4G es más rápida que el ADSL y en ocasiones llega a ser incluso más barata.

Podría ser la solución para el campo del noroeste español que desea entrar por fin por la puerta grande en la era de las nuevas tecnologías, pero que aún se encuentra con muchas dificultades en el acceso a Internet y, sobre todo, en la lenta velocidad con que obtiene el suministro de la red de redes en los pueblos más dispersos y alejados. Muchas personas, que desearían poder usar el teletrabajo y residir en el campo, aún tienen limitadas sus posibilidades.

Con el 4G las tornas están cambiando. Tres operadores -Orange, Vodafone y Amena- ofrecen ya tecnología 4G más rápida que el ADSL. En la práctica esa velocidad será de entre 20 y 50 MB.

Cierto es que igual que ventajas (más movilidad y rapidez que el ADSL) también presenta algunos inconvenientes. Hay un límite de descarga, que cuando se cumple la velocidad cae. Y la cobertura es aún limitada, aunque poco a poco se está ampliando. Además hay que compartir las ondas con otros usuarios, pudiendo haber riesgo de ralentización. A cambio, uno se puede llevar Internet a todas partes, tan solo con desplazar el router, que funciona con batería o toma eléctrica.

La ampliación de la red de cobertura del 4G en el teléfono móvil no cesa de avanzar tanto en Galicia como en Asturias, como en el resto del territorio nacional. Casi once millones de españoles viven en zonas rurales o semirurales, y para muchos de ellos acceder a la banda ancha se mantiene como una odisea complicada.

Por suerte la tecnología avanza y, cada vez más, es posible contratar conexiones de banda ancha (o mediana) en prácticamente todo el país, reduciendo de este modo la brecha digital. Cuando no podemos conectarnos por ADSL o cable, hasta ahora se empleaba el 3G. Pero en tiempos recientes es la tecnología LTE (4G) la que está despegando en casi todos los operarios móviles españoles. Entre otros, con El 4G en casa de COMPARAÍSO es posible alcanzar picos de 150Mbps y, a nivel técnico, es la más adecuada para todos los casos (mayor alcance, mayor ancho de banda, traspaso transparente entre tecnologías).

OTRA OPCIÓN ES INTERNET VÍA SATÉLITE para el campo, cuando ya no quedan opciones, idónea para aquellas ubicaciones donde no exista cobertura de los otros servicios disponibles.

Una conexión vía satélite permite ofrecer al abonado mayores velocidades a precios algo superiores. Por ejemplo, para un pueblo con dificultades de acceso en Galicia o Asturias, con unas pocas decenas de vecinos, se podría obtener ofertas de 20Mbps sin límite de transmisión de datos por unos 70€ al mes, sin contar alta en el servicio ni alquiler de los equipos. Requiere instalar una antena parabólica, y la red sufre retardos temporales superiores a lo normal, pero como ventaja esta opción siempre está disponible, y te permitirá tener Internet en el campo, a un precio aceptable y de buena calidad.

Las administraciones autonómicas también han emprendido iniciativas que se pueden aprovechar para acabar de paliar la brecha digital en el campo. La Xunta de Galicia subvencionó entre 2012 y 2014 la contratación de Internet vía satélite a 2.100 familias y empresas de las zonas rurales con más dificultades de cobertura.