La provincia de Pontevedra es un autentico diamante en bruto, una región que se nutre de la mejor diversidad ambiental y etnográfica gallega y que ofrece al visitante un vergel de experiencias visuales. Una tierra donde el mar un día decidió fusionarse con el agua dulce creando esas indescriptibles rías donde se cría el mejor marisco del mundo, un paraíso que se construye en granito y pino y en donde nunca faltan los pazos y las iglesias. Cuna donde nacen y mueren mil ríos, patria de las gaitas y las cantigas, de los molinos y del buen vino. Una tierra meiga, que nunca deja de hechizarte.

Describir en una lista los lugares mas bellos de una tierra afortunada es una tarea ardua, compleja y siempre sujeta a valoraciones personales, pero través de la siguiente clasificación (dividida en 4 partes) pretendo resumir lo que desde mi modesto entender constituye la élite del patrimonio de la provincia en la que nací y de la que nunca dejare de enamorarme.