Saborear un agua fresca de coco en la playa es un pequeño placer aún abordable en Brasil. Pero alojarse, comer en un restaurante o desplazarse en este vasto país se ha convertido en un lujo: los precios figuran entre los más caros del mundo.
Puerta de entrada del turismo a Brasil, Rio de Janeiro, que acoge desde el 15 de junio la Copa de Confederaciones, en julio la Jornada Mundial de la Juventud católica (JMJ) y la primer visita internacional del papa Francisco y en 2016 los Juegos Olímpicos, es el epicentro de la escalada de precios.
Hoy, Rio es la tercera ciudad más cara del mundo en materia de alojamiento: una habitación de hotel cuesta en promedio 246,71 dólares, más que en Nueva York (245,82 dólares) y París (196,17 dólares), según un estudio de Embratur, la empresa de turismo del gobierno brasileño, difundido la semana pasada.
Victor Mameaux y…
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