Ni Jesús ni Rousseau ni Hobbes. Más bien la mona chita, o Darwin, para los más letrados, tendrían que ver con la moral.
La moral humana tiene un pasado evolutivo ligado al comportamiento social, no religioso ni filosófico. Así lo plantea el primatólogo y profesor Frans de Waal en su último libro «El bonobo y el ateo».
«Muchos de los patrones que consideramos ‘morales’ vienen de la evolución de las especies», le explica De Waal a BBC Mundo.
Basado en 40 años de observación de primates, De Waal asegura que lo que los seres humanos denominamos como «moral» está mucho más cerca del comportamiento social de los simios que a una imposición divina o una decisión filosófica.
Para el científico, la moral no pasa por una decisión que se toma o que se impone desde arriba -filosofía, religión o incluso autoridad- sino que es innata al comportamiento social humano. No…
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